El estudio investiga los efectos de la
aplicación del impuesto a las transacciones financieras (ITF) como
conceptualizado por la Comisión Europea (CE) en un grupo de 11 países de la UE.
Se demuestra que las objeciones contra este concepto - recientemente
presentados por Goldman Sachs y otros bancos fuertemente involucrados en el
comercio a corto plazo - sufren de graves defectos metodológicos.
Se presta especial atención a la posible
utilización de las filiales londinenses de entidades financieras establecidas
en los países participantes, como vehículo para la evasión de impuestos. Si las
filiales londinenses se tratan como parte de su casa matriz, los ingresos totales
de los 11 países ITF se estiman en 65.800 millones de euros, mas de lo estimado
para la UE-27 en su conjunto.
Aproximadamente una cuarta parte de estos
ingresos se derivan de las operaciones en América del Norte y Asia. Si las filiales
londinenses se tratan como entidades financieras británicas, los ingresos
fiscales ascenderían a sólo 28,3 mil millones €. Esta diferencia es
especialmente grande para los países que operan en gran medida a través de
grandes filiales en Londres, como Alemania y Francia.
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