La imposibilidad de acercar posiciones de los ministros de Finanzas europeos, reunidos este lunes para preparar un acuerdo político antes de finales de año, aleja un poco más la puesta en marcha por parte de 11 países europeos del impuesto a las transacciones financieras en 2016.
La reunión, que tuvo lugar en Bruselas al margen de un encuentro del Eurogrupo, "terminó sin resultados", informó una fuente alemana. "No hay ningún calendario y no se acercaron posiciones", añadió esta fuente a la AFP.
Los ministros de Finanzas deberán abordar de nuevo el asunto el martes, pero las posibilidades de ver este impuesto, conocido también como "tasa Tobin", concretizarse a principios de 2016 parecen disminuir. Un aplazamiento de un año aparece, en este contexto, necesario para que el dispositivo pueda entrar en vigor.
Para desbloquear el dossier, el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, propuso a finales de noviembre gravar únicamente las acciones y algunos CDS -permutas de incumplimiento crediticio-, ya que se trata de una herramienta especulativa "especialmente peligrosa", según él.
Varias oenegés dijeron la semana pasada en París que no esperaban un acuerdo rápido entre los países europeos sobre un ambicioso impuesto a las transacciones financieras (TTF) y responsabilizaron a Francia de la situación, al estimar que quería imponer una versión rebajada de esta tasa.
Los once países participantes en este cooperación reforzada son Alemania, Austria, Bélgica, España, Estonia, Francia, Grecia, Italia, Portugal, Eslovaquia y Eslovenia.
Estos países no lograron ponerse de acuerdo hasta el momento ni en la base imponible, ni en el lugar tasación, ni en el destino del producto del impuesto. Las oenegés abogan por dedicarlo a la ayuda al desarrollo.
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